Según informó a Granma el máster en Ciencias Alfredo Luis Gil Rodríguez, especialista del Instituto de Geografía Tropical (IGT) de la Agencia de Medio Ambiente del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma), una de las principales características de estos materiales es su alta durabilidad.
«Por su
composición química, son altamente nocivos. La mayoría de los residuos
generados por diferentes actividades persiste durante largo tiempo en distintos
entornos, acumulándose de manera progresiva en todos los medios naturales.
«Así, por
ejemplo, una bolsa de plástico de las que usamos con frecuencia demora en
degradarse alrededor de 150 años, mientras que una simple botella de agua o
refresco requiere más de mil años para alcanzar esa condición», puntualizó.
Precisó que
cada año se producen aproximadamente 300 millones de toneladas de desechos
plásticos en el orbe, de los cuales solo se recicla el 9 %. «Ello pone de
manifiesto una significativa insuficiencia en los sistemas actuales de manejo.
«En los
últimos tiempos, han aparecido en diversas regiones del orbe las denominadas
islas de plástico. Incluso, en ríos de nuestra capital, como el Cojímar y el
Quibú, existen grandes concentraciones de residuos, lo que demanda la urgencia
de un enfoque de economía circular en su gestión».
Al referirse
específicamente a la fragmentación de estos compuestos, el especialista recalcó
que se forman partículas de diversos tamaños, como los microplásticos, que, al
ser ingeridos por tortugas, atunes y otras especies marinas, pueden bloquearles
el aparato digestivo y causarles la muerte. «Más allá de lo planteado, al
tragarlos, pasan a la cadena alimentaria humana, con consecuencias negativas
para la salud de las personas.
«Pero la
contaminación no se limita a los entornos acuáticos. También afecta a los
cuerpos de agua dulce, los suelos, la flora y la fauna terrestres, ocasionando
una considerable pérdida de la biodiversidad. En países como la India y
Bangladesh, el uso masivo de plásticos agrícolas contamina suelos y fuentes de
agua, reduciendo la fertilidad de la tierra y afectando los cultivos».
Asimismo,
afirmó que es imposible pasar por alto que, en la producción industrial de
plásticos, se emiten anualmente a la atmósfera millones de toneladas de gases
de efecto invernadero.
Frente a
esta problemática global, en marzo de 2022, la Asamblea General de las Naciones
Unidas aprobó un acuerdo histórico, dirigido a crear un tratado internacional
jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos.
ACCIONES DE
CUBA
Pese a la
compleja situación económica que atraviesa, Cuba se ha sumado a esta cruzada
mundial por la salud ambiental del planeta.
«El proyecto
surge como una contribución al cumplimiento de las acciones de la Alianza
Integrada Juntos por Menos Desechos Plásticos, una iniciativa nacional lanzada
por el Gobierno cubano, principalmente por medio del Citma, para enfrentar la
creciente problemática de la contaminación por plásticos en la Mayor de las
Antillas.
«Los
propósitos principales son la reducción progresiva de los referidos compuestos
y el desarrollo de alternativas nacionales para sustituir los productos que los
contengan, en especial aquellos de un solo uso, mediante la creación de
capacidades técnicas y de gestión, junto con la introducción de soluciones
basadas en la ciencia y en la innovación.
«La Alianza
es fruto de la colaboración multidisciplinaria que da vida al proyecto. Su
fortaleza radica en abordar el problema de manera integral, incluidas la
educación y la acción comunitaria, de ahí que sea un paso importante hacia la
sostenibilidad ambiental y para el cumplimiento de los compromisos internacionales».
Financiado
por el Fondo Nacional de Medio Ambiente, en su implementación participan,
además del Citma, los ministerios de Comercio Interior, Turismo e Industria, la
Delegación Territorial del Citma en La Habana, el Acuario Nacional de Cuba, el
Museo Nacional de Historia Natural, la Oficina de Regulación y Seguridad
Ambiental (ORSA), la Universidad de La Habana, el Grupo Empresarial de
Reciclaje, y el Centro Nacional de Envases y Embalajes, entre otros actores.
De acuerdo
con Gil Rodríguez, la iniciativa mantiene una estrecha relación con dos
proyectos del IGT: Evaluación de pasivos ambientales en La Habana para el
manejo circular de residuos plásticos, y Vigilancia e inteligencia de
tecnologías ambientales, que pertenecen al programa Gestión ambiental con enfoque
de economía circular para el desarrollo sostenible, coordinado por esa misma
institución.
También
colabora con otro proyecto de la Facultad de Química de la Universidad de La
Habana, denominado Fortalecimiento de capacidades para la gestión integral de
los residuos sólidos en Cuba.
«En 2025
–recalcó–, hemos trabajado fuerte en la divulgación pública sobre los impactos
negativos de los plásticos y las maneras de mitigar los problemas que originan,
sensibilizando a la ciudadanía y a los tomadores de decisiones.
«A lo
anterior se une la ejecución de labores de recogida de plásticos en playas,
centros de trabajo y otros escenarios, fomentando así la importancia de un
comportamiento individual responsable, premisa indispensable para mantener un
medio ambiente limpio y sostenible», aseveró el especialista del IGT.
https://rciudadhabanaoficial.blogspot.com/2025/09/batida-desechos-plasticos-por-guanabo.html
(Con información
de Orfilio Peláez - Granma)
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